Tuesday, January 5, 2010

In the middle of



Nada ocurre porque sí. Las etapas personales no se ubican en años, meses ni semanas. El tiempo se funde en un viaje continuo que insistemos en delimitar con calendarios y relojes. Mi tiempo, mi etapa, mi camino comenzó en un largo viaje al encuentro de mi propia sombra bajo un sol de castigo. A dia de hoy, me siento algo más agotado. Mis piernas se resienten, mi cabeza se desmorona y mi corazon me concede un leve palpitar con la caballerosidad de poder mantenerme vivo.
Todo lo que he perdido, no lo he sabido recuperar. Todo lo que he tenido, no lo he sabido mantener. Todo lo que puedo tener, sé que no lo puedo sujetar con mis manos hoy por hoy. Aún así, aqui sigo y digo yo que algo habré ganado aunque ahora no me de cuenta.
Sé lo que echo de menos. Quemarme las retinas mirando al horizonte, tardes de té con Greppi, tiempos optimistas en épocas de guerra y momentos de postgerra en épocas de esperanza. A Erick, eternamente Erick. A J, de forma atemporal y en otra dimensión. Al tercero, tercero en discordia que navega errante por mis memorias y mis sueños. Echo de menos el amor, al hierro candente que quema, que me abrasa y que me cauteriza las heridas dejándome marcas imborrables. Continuo añorando todo lo que no he tenido, ese mundo creado en mi cabeza y que persigo en este viaje sin rumbo.

No comments: