Day & Age

En este caso ninguna imagen vale mas que las mil palabras de rigor, y las mil palabras tampoco valdrán para definir el colapso de una epoca. Ahora suena que somos bailongos, que a mi no me importa si a ti no te importa y que por fin tenemos las entradas de los Killers y de Franz Ferdinand, y que se auguran buenos meses.
Habia escrito algo premeditado (por primera vez) para poner en el blog y ahora no quiero saber ni donde está eso escrito, ahora continúo pensando en ese mes de febrero que rompí con aquella cueva sin luz, ese parsero traumatizante, ese mes de marzo con olor a mercurio y pintado a tiza, esas idas y venidas con Javi, en el jodido verano con piedras y desiertos de todos los tipos, en la aridez de la apatia del fin del verano, en la que gente que me rodea, en el puto dinero y en lo vil que se siente uno por ser un humano. De ahí que diciembre haya sido el mes del quiero ser bailongo, uno más, con su nivel etílico minimo en sangre, con brindis, con caras sonrientes y alientos vomitivos, que idas y venidas mas jodidas.
Ahora en una semana, se resume en actos esta época, que no año, mili, nacho, alonso, edu, elena, javi, mas javi, felix, familia, fantasmas de tiempos lejanos y los neonatos que sacian mi sed de cariño; ahora que nada debía ser ya intenso, es un regusto amargo y precalentado en el microondas. A todos los nombrados y los no nombrados, gracias por estar y por dejar de estarlo.

L&M

Trallazos decembrinos. Ayer de nuevo solo, en el Elástico, intentando disfrutar de aquello que hace tiempo no disfrutaba, con los pasos perdidos y acomodado en todo aquello que pensaba que había avanzado. Luiliminili pinchaba prácticamente mi iPod, acto que agradezo con cierta soberbia, y canto a pleno pulmón casi todas las canciones , y me tomo tres copas en 40 minutos antes del cierre, y Luiminili me mira (o eso quise pensar yo), y me dice que no estoy en el lugar que pienso estar, y que la mayor parte de las cosas que me han pasado en estos dos últimos meses han vuelto a lastrar todo lo que yo creia campo de batalla ganado. Y hago lectura de todas las palabras leídas y oídas, y las barbaridades que salen por mi boca, y de todo lo que ha llegado y que me rodea con sus brazos y todo lo que se va aunque sea por un tiempo y que me deja totalmente desnudo. Y pone la canción de esta entrada, canción que nunca quise escuchar porque su letra no me deja pensar, son tus palabras hacia mí, y mis palabras hacia ti; no iba tan borracho como para apoyarme en la columna y echarme a llorar, pero lo hice, y de nuevo supe que en algo me he equivocado.

Sometimes

Y con este título tan mediocre, y con esta entrada que en un principio tenia intencion de ser un mail, muestro y plasmo (de alguna forma) la mediocridad de las situación personal. Un quiero y no llego, un puedo y no soy capaz de querer, y un intento que me infravalora y que pone en los pies en la tierra haciendome quedar como un mero desperdicio.
Ahora, pienso en tí y pienso porque no estoy allí. Pienso en lo que he querido esta noche y que ha fallado para no tener ese porcentaje de éxito. Miro a mi alrededor y todos se regocijan en esa mediocridad que ellos dicen tener del amor, pero que no valoran por orgullo unos, por desconocimiento de lo que significa la verdadera soledad otros, y por otros más aún, por la jodida pelicula de ficción que han deseado dirigir.
Ahora, sentado delante del contaminado teclado de mi ordenador, pienso en tí, y en las últimas palabras que crucé contigo, y que, riéndote, me valorabas tanto o más de lo que yo necesitaba. Muchas gracias por tener esa perspectiva de las personas tan ajena al resto que jamás creí que alguien pudiera tener; eso es precisamente lo que hace que quiera seguir estando contigo.