Estaré ahí para amarte, para odiarte y consolarte. Agotarme y herirme con alcoholicas noches que gimen. Obstinarme y abstraerme, en breves sorbos de vino dulce, de tu lengua miel, de tu amargo aliento, tu pasión helada, de mi cama y nada. Soñando nuestro mundo a mi manera, hasta que te conozca o mi alma, inmunda, caduca, muera.
No comments:
Post a Comment