L&M

Trallazos decembrinos. Ayer de nuevo solo, en el Elástico, intentando disfrutar de aquello que hace tiempo no disfrutaba, con los pasos perdidos y acomodado en todo aquello que pensaba que había avanzado. Luiliminili pinchaba prácticamente mi iPod, acto que agradezo con cierta soberbia, y canto a pleno pulmón casi todas las canciones , y me tomo tres copas en 40 minutos antes del cierre, y Luiminili me mira (o eso quise pensar yo), y me dice que no estoy en el lugar que pienso estar, y que la mayor parte de las cosas que me han pasado en estos dos últimos meses han vuelto a lastrar todo lo que yo creia campo de batalla ganado. Y hago lectura de todas las palabras leídas y oídas, y las barbaridades que salen por mi boca, y de todo lo que ha llegado y que me rodea con sus brazos y todo lo que se va aunque sea por un tiempo y que me deja totalmente desnudo. Y pone la canción de esta entrada, canción que nunca quise escuchar porque su letra no me deja pensar, son tus palabras hacia mí, y mis palabras hacia ti; no iba tan borracho como para apoyarme en la columna y echarme a llorar, pero lo hice, y de nuevo supe que en algo me he equivocado.