La luz es perfecta. Un reflejo de luz a través del espejo, estrategicamente colocado, refleja con soltura y seducción la franja bandida de la mirada de los seres errantes de los baños. Todo estudiado y un nivel de alcohol suficiente para tener consciencia del lugar en el que te encuentras y el suficiente para no pensar en el futuro que derrochas en miradas vacias y sedosos miembros entre manos.
La música, una, la del momento y cuya letra representa (como pocas veces lo hace) el momento. Soplo, espina dorsal y todo acontece, demasiado banal, suficiente para que el ego siga adelante sin tener necesidad de tener conciencia de quien es, de lo contrario se derrumbaría como castillo de naipes.
Ritmo, ritmo, reflejo, carne, perfume y pérdida. Conciencia, ritmo, ritmo, textura, conciencia y algo quiebra...maldita razón y banal el impulso que no sabe sitúar NUNCA la batalla Baño Vs Ivan.
Pues sí, así continuamos años después, como si nada hubiese cambiado, como si realmente nada tuviese que cambiar.
Atento Gaingsbourg:
"Mis discos son un espejo
En los cuales cualquiera puede verme
Estoy en todas partes a la vez
Quebrada en miles de gritos
A solas a veces suspiro
Me digo: "Por qué
Cantar así al amor sin razón
Sin saber nada de chicos?"
En los cuales cualquiera puede verme
Estoy en todas partes a la vez
Quebrada en miles de gritos
A solas a veces suspiro
Me digo: "Por qué
Cantar así al amor sin razón
Sin saber nada de chicos?"
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